Soft, soft, soft princess...

 ¡Hola! ¿Qué tal estáis? Ya han pasado unos días desde la última vez que escribí y es que... realmente no tengo mucho que contar por ahora. Llegué a los 1000 seguidores en mi Instagram, y me hizo mucha ilusión. No tengo muchas cosas subidas, pero hoy me atreví a subir una imagen mía (aunque no se me ve la cara). De todas maneras... en las stories sí que tenego algunas fotos y vídeos míos. Pero quizás me anime a subir fotos mías como posts igualmente. Pero me da un poco de vergüenza. No sé. Tampoco ha crecido mi colección en estas dos semanas más allá de lo que enseñé en el último post, pero mañana me pasaré otra vez por el sitio donde consigo las cositas, a ver si tengo suerte y puedo empezar a conseguir cosas que me gusten de verdad, ¡me hace mucha ilusión!

Aunque no sirvan de mucho, la verdad, porque realmente no tienen utilidad, pero me alegra mucho verlas, son tan bonitas y tan delicadas... ¡También estoy pensando en hacerme con una muñeca antigua! Aunque tengo que admitir que en el fondo me da un poco de miedo, porque he visto demasiadas películas de terror donde las muñecas antiguas hacen cosas malas, y debo admitir que aunque adoro las muñecas antiguas, les guardo mucho respeto...

Cuanto más miro estas fotos con mi vestido de Lolita, más me gustan. Adoro este vestido, pero es demasiado pomposo para llevarlo en público... ¡además me viene enorme! Estoy intentando venderlo, pero me está costando un poco, la verdad. Pero sin prisa, además, si no lo vendo tampoco pasa nada, porque adoro ponérmelo por casa y sentirme como una princesa.

Y hablando de eso... Estoy deseando que llegue el invierno, porque empezaré con la limpieza de armario, pretendo deshacerme de prácticamente todo lo que tengo de años anteriores y empezar de cero, con un estilo mucho más femenino, que se adapte mucho más a mí y me haga sentir cómoda y eso, jo.

¡Y eso es todo por hoy! Muchísimas gracias por haberme leído un día más.

Besos, Miriam